miércoles, 20 de febrero de 2008

Niños, solo niños, nada más.


Madeleine, Yeremi, Mari Luz, Sara Morales... y miles de niños más están en paradero desconocido a día de hoy. ¿Dónde están? ¿Aún viven? ¿Quién se los llevó? Y sobretodo, ¿por qué?


Estas son preguntas que me hago a diario. Y por más que me rompo la cabeza buscando alguna respuesta, no la encuentro nunca. La desaparición de niños se que es un tema escalofriante y duro, pero a la vez verídico. Día tras día, oímos o leemos noticias sobre niños desaparecidos, secuestrados o maltratados; y últimamente me temo que demasiado a menudo. Tanto que creo que ya estamos curados de espanto y no nos sorprende nada. Pero volviendo a mi pregunta principal, ¿dónde están estos niños y niñas? Una cosa está clara, que la tierra no se los a podido tragar. Luego entonces, ¿quién se los ha llevado? ¿Cómo puede el ser humano ser tan ruín y malvado como para hacer desaparecer a estos angelitos? Solo con pensarlo, se me ponen los pelos como escarpias. Me aterroriza lo que pueda pasarle a cualquiera de ellos: torturas, violaciones, explotación, tráfico de órganos, asesinato... y quién sabe cuantas atrocidades más.


Ni si quiera se por qué escribo estas palabras; no se si forman parte de una crítica al ser humano, o si son simplemente para desahogarme, pero lo que sí que se, es que mientras la mayoría de la gente se preocupa por cosas prácticamente inútiles, en algún lugar de este loco mundo, están desapareciendo niños, están siendo violados, maltratados, explotados y obligados a hacer cosas con partes de su cuerpo que no sabian que existian. ¡BASTA YA! Cuidemos, amemos y respetemos a nuestros niños, pues son ellos... nuestro futuro. Ahora creo que ya se por qué he escrito este texto.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ro ya sabes que estoy reflexionando, y tus palabras me han llegado tan hondo que me has dejado sin ideas para escribir.
He llorado ya dos veces esta tarde por tí (ya sabes porqué) de emoción. Y este texto... bufff
Eres genial. Ójala todo el que se dedique a la enseñanza tuviera una milésima parte del cariño que tu tienes a los niños, este mundo sería perfecto.
Un beso enorme