jueves, 10 de abril de 2008

Análisis del libro "Las TIC en Ed. Infantil" (Parte 1)



Jordi Cases, M. Roser Torrescasana (2006) "Las TIC en Educación Infantil"


Análisis de los capítulos 1 y 2.

El primer capítulo comienza hablando sobre la importancia de la revolución digital en la que estamos inmersos hoy en día las personas. La informática, telecomunicaciones, electrónica… se han introducido en nuestros hogares y en nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Esta idea la podemos apreciar más específicamente con los niños, porque ellos que ya han nacido dentro de la época de la revolución digital, ven normal por ejemplo una cámara de fotos digitales y les cuesta entender que no hace mucho tiempo, no era posible ver las fotografías hasta que las llevabas a la tienda y las revelabas. Por otro lado, niños de a penas siete u ocho años entienden el funcionamiento del teléfono móvil casi a la perfección, mientras que, por ejemplo mi madre, no creo que sepa enviar un mensaje multimedia.

Con todo esto quiero decir que estoy de acuerdo con lo que dice el libro sobre que la escuela debe experimentar un cambio en cuanto a su estructura física, en cuanto a su política educativa e incluso cambios de ámbito administrativo y cambios en las metodologías de trabajo. Pero creo que todos estos cambios no deben hacerse de repente, sino poco a poco porque a pesar que las nuevas tecnologías han invadido nuestras vidas, no creo que la mayoría de la gente esté preparada para sufrir cambios drásticos en cuanto a educación se refiere. Porque bajo mi punto de vista, el introducir ordenadores en las aulas es cierto que tiene ventajas, pero también puede tener desventajas. Sirva como ejemplo que a la gran mayoría de los jóvenes nos cuesta mucho hacer divisiones a mano ya que estamos acostumbrados a que la calculadora nos de el resultado. Creo que la educación es lo más importante y no es una cosa que se deba de ir probando sobre la marcha, sino que hay que estudiarla poco a poco. Como dice el refrán: “las cosas de palacio, van despacio”.

En el segundo capítulo del libro observamos más detalladamente qué aportan las TIC a la Educación Infantil. Como bien indica el libro, cuando un alumno se introduce en las TIC necesita la ayuda de un adulto que le oriente y le permita ir adquiriendo poco a poco más autonomía (pág. 17). Otra forma de incrementar sus conocimientos sobre las TIC, es gracias la interacción entre iguales, una vez el niño está escolarizado. Con algo que estoy muy de acuerdo con el libro, es con que una vez el niño vaya adquiriendo agilidad motriz debe ir manipulando él mismo maquinaria y programas relacionados con las TIC, ya que así el niño se enriquece en experiencia personal.

Más adelante, el libro habla sobre la relación que debe existir entre las TIC y el PCC. A partir de aquí, el libro trata de darnos ciertas ideas sobre como trabajar las tres áreas curriculares desde el punto de vista de las TIC. Esta parte del libro la veo un poco floja por lo que no me ha gustado mucho. Me explico: nos da ejemplos de cómo trabajar, por ejemplo, el conocimiento del propio cuerpo; y para ello nos dice que se puede hacer a través de puzzles hechos con ordenador, pero bajo mi punto de vista preferiría que mis alumnos lo hicieran con puzzles reales ya que así podrán desarrollar bastante más y mejor la psicomotricidad fina. Y lo mismo sucede con otras actividades, que bajo mi punto de vista no haría falta realizar con ordenador puesto que hay materiales mejores. Una cosa es el introducir TIC en las aulas de Educación Infantil, y otra muy diferente es convertir dichas aulas en ciber-aulas. En definitiva, a dónde quiero llegar es a que lógicamente sí que hay que introducir nuevas tecnologías en las aulas de Infantil, pero con moderación y sin menospreciar a los demás materiales didácticos que en ellas podamos encontrar. Esto me hace recordar la típica frase que todos hemos oído alguna vez: las aulas del futuro tendrán un pupitre con ordenador para cada niño. Vale, muy bien, muy novedoso, pero entonces… ¿dónde y cómo escribirán los niños? Porque si a gran parte de los jóvenes se nos ha olvidado dividir a mano, ¿se olvidarán ellos de escribir?

Para concluir este capítulo el libro habla sobre el deber que tiene un maestro en cuanto a las TIC y sus alumnos se refiere. Podemos leer que el maestro debe ser conocedor de la gran mayoría de adelantos e integrarlos en sus aulas. También nos habla sobre que los maestros deben tener conocimientos previos de los propios conocimientos de sus alumnos sobre las TIC, (CD’s, móviles, televisiones…) Lo único que ocurre es que personalmente, no veo a profesores de más 50 años con ganas de aprender informática, cosa que por otro lado critico profundamente. Durante mi practicum II, he tenido que ayudar a más de una profesora a poner un simple DVD a sus alumnos; mujeres hechas y derechas con más de 20 años de profesión sobre sus espaldas. Por eso me cuesta creer que las maestras y maestros veteranos quieran formar parte de la revolución digital educativa. Seguidamente, el libro habla sobre la relación famila-escuela, pero tampoco estoy muy de acuerdo con lo que pone (está crítica la he dejado en el aula virtual de la asignatura). Por último, el final de este capítulo nos habla sobre la relación entre maestros con el fin de proporcionar un mejor aprendizaje a los alumnos, algo con lo que estoy de acuerdo, ya que si tiene que existir relación entre maestros en asignaturas como matemáticas, lengua y otras, lógicamente también debe existir en cuanto a TIC se refiere.

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